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Salimos de la estación de Queen St. En Singapur a las 7 de la mañana en el autobús nº 170 que cruza la frontera hacia Johor Barhu. Cuando llegas al puente que une la isla con el continente te bajas del bus, entras en un edificio y cruzas el paso fronterizo de Singapur, donde te sellan la salida del país. Montas en el siguiente bus conservando el ticket, cruzas el puente y al otro lado se repite la historia para arreglar el visado a Malasia.
Llegados a la estación de autobuses de Johor Barhu. Tuvimos suerte y enseguida estábamos montados en otro autobús hacia Mersing. “Joder el bus está de lujo, y solo por 11 RM”. Además te regalaban una bolsita con una botella de agua y frutos secos. El autobús tenía muy buena pinta pero tan solo eso ya que cuando arranco nos dimos cuenta que los respaldos estaban estropeados y a cada bote del autobús te ibas para adelante y para atrás. El de delante me machacaba las rodillas, porque madre mía con los saltos que pegaba el autobús, casi te levantabas del asiento y pegabas con la cabeza en el techo. Nos entró un ataque de risa, solo faltaba que el conductor cogiera un micro y gritase: “Arriiiba el culete de la del velo verdeeeee…esto es la cazuela locaaaa”
Tras el trayecto en bus por fin llegamos a Mersing donde unas horas después tomabamos el ferry rumbo a Pulau Tioman.
Nos hemos llevado una pequeña decepción con esta isla, no porque no fuera bonita, ya que era preciosa, pero lo cierto es que es el lugar mas caro de todos los que hemos estado en Malasia con diferencia., excepto la cerveza, que eso si, aquí era duty free.
La comida era además de cara, escasa y no de muy buena calidad, por no hablar del servicio de muchos establecimientos, donde casi parecía que molestábamos. Las excursiones de snorkel también tenían unos precios desorbitados, lo mismo que el submarinismo, hasta un 50% mas caro de lo que había pagado en Perhentian. Además recorrer la isla era imposible ya que no existen apenas senderos y para ir de un lugar a otro la única manera es moverse era en bote, y una vez mas era carísimo, quizá lo mas caro de todo. Asíque con este panorama y nuestro presupuesto nos hemos limitado a pasarnos el día enterito en la playa y no hacer ninguna otra cosa, descansando y cogiendo fuerzas para la siguiente etapa del viaje.
Lo mejor ha sido poder comer unas chuletas de cordero a la brasa. Diossssssssss!!! Chuletas de cordero!!!!!! Cuando las vi ni me lo creía, asíque puestos a gastar obligatoriamente en comer nos gastamos el dinero en barbacoas de calamares y chuletas.
Luego está el tema de nuestros amigos los gallos. Nuestra cabaña estaba continuamente rodeada por gallinas y gallos que campaban libremente por allí como es habitual por este país. Saltaban desde nuestro porche al árbol de enfrente donde pasaban la noche…cacareando como cabrones. Vaya nochecitas nos han dado los gallos, que no cantan a la salida del sol no, cantan toda la santa noche.
Y con esto y un par de días que vamos a pasar con Roberto en Kuala Lumpur ponemos punto y final a nuestro paso por Malasia, de la que os contaremos nuestras impresiones generales en breve, y ponemos rumbo al hemisferio sur, donde comenzaremos a recorrer Indonesia comenzando desde la mítica isla de Bali.
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