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Situado en el centro de la peninsula malaya, Taman Negara es un inmenso parque nacional que presume de ser el bosque tropical mas antiguo del mundo. El campamento base para explorar esta jungla se situa en Kuala Tahan, lugar donde nos alojamos los cuatro dias que estuvimos alli. Los paisajes son espectaculares, pero para nosotros el gran atractivo del parque reside en la facilidad para ver multitud de animales.
Comenzamos haciendo unos pequeños trekkings de unos 9 km diarios, aunque la mayoria de los visitantes eligen hacer caminatas de varios dias, pasando la noche en la jungla. Nosotros quisimos ir poco a poco y en nuestra primera incursion en la jungla decidimos hacer solo camintas de un dia y volver a dormir al hotel.
El primer dia también fuimos al famoso canopy (puentes colgantes) que se eleva hasta 45 m del suelo para contemplar las vistas de la jungla desde arriba. Sin embargo nos defraudó un poco ya que el recorrido resulto cortisimo y había multitud de gente esperandopor lo que no podias recrearte todo lo que quisieras para hacer fotografias. Tras el canopy subimos a lo alto de una montaña para tener una perspectiva desde lo alto del parque nacional. El camino muy escarpado resulto bastante duro, pero las vistas merecieron la pena.
Al siguiente dia el recorrido que hicimos fue sin duda mucho mas espectacular, internandonos en un sendero por medio de la jungla y pudiendo contemplar un monton de animales, como un ciervo que echó a la carrera a nuestro paso o unos increibles monos negros con la parte superior de la cabeza blanca, que recolgaban entre los arboles agitandolos a su paso. Fuee un paseo increible hasta que llegamos a un refugio para el avistamiento de animales. Estos refugios se situan junto a panes de sal artificiales donde estos animales se acercan a lamer, o cercanos a los rios donde paran a por un poco de agua.
Lo que también hay en Taman Negara son enormes insectos. Una noche nos acercamos a conectarnos a internet a un pequeño locutorio, y un bicho de unos 5 o 6 cm de largo y como dos dedos de ancho (y no exagero) se coló dentro. Cuando el dueño del locutorio intento retirarlo, este se le metió en la nariz. Joder, deberíais haber oido como zumbaba dentro de sus fosas nasales. Los que estabamos alli nos quedamos palidos. ¿como podía entrar ese enorme insecto por alli? Pues el tipo todavía se reía. Nosotros literalmente alucinamos. Al final el hombre se desizo de el como quien se quita un moco despues de 5 años sin sonarse la nariz. Asombroso.
Abandonamos Taman Negara tras una mala cena que nos tuvo bastante jodidos del estomago durante un par de días, camino a Kuala Lumpur para volar a Sumatra. No sabiamos lo que se nos avecinaba despues
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